En el sotobosque del norte de Guatemala, habita este sapo (Incilius valliceps) de la familia Bufonidae. Como todos los miembros de esta familia, tienen la característica de tener dos glándulas parotoides en la parte trasera de la cabeza. Estas glándulas secretas una Bufotoxina, como un mecanismo de defensa, que es tóxica para muchos animales, incluso para el ser humano. Son de hábitos nocturnos y se alimentan de pequeños artrópodos. Son bastante comunes, catalogados en la Lista Roja de la UICN como de menor preocupación y sus poblaciones están estables. Esta foto se realizo dentro del Parque Nacional Laguna del Tigre, en la estación biológica Las Guacamayas, durante el curso de fotografía en marzo del 2021. Otro ejemplo de la megadiversidad de Guatemala.